MarcosBL

Aprendiz de todo, maestro de nada

Saber vivir

No, no voy a hablar del programa caspa por excelencia que nos saluda desde la TV todas las mañanas, sino de un problema de salud personal que probablemente no te interese.

Mi extraña columnaComo comentaba anteriormente, llevo una temporada «jodido» de la salud. Hace un mes aproximadamente me asaltó a traición un dolor lumbar de esos que hacen época, y aunque suelo ser de los de «ya se pasará», esta vez el dolor era tan agudo que salí disparado a urgencias, donde, tras somero examen y estiramiento de espalda, me prediagnosticaron una hernia discal y me mandaron para casa con un buen chute de morfina para el dolor.

Desde entonces he pasado un auténtico viacrucis de especialista en especialista hasta que, tras la última resonancia, ha quedado más o menos claro lo que le pasa a mi cuerpecillo serrano:

Mi última vértebra dorsal ha decidio irse a vivir su vida… no es que esté rota, machacada o similar… es que no está la hijaputa.

Se ve que por algún motivo extraño el cuerpo la ha ido absorviendo poco a poco, y se ha desgastado hasta tal punto que apenas es visible una leve sombra de ella en la resonancia magnética.

Para alegrarme más el dia, la vértebra inmediatamente superior, al tener que soportar el trabajo de dos, ha ido desgastando el disco intermedio hasta producirme una hernia discal bajo dicha vértebra. De ahí los dolores, el rechinar de dientes, el andar como Chiquito de la calzada, etc…

La causa, por lo que me explican, es mi trabajo: una media de 15 horas al dia sentado ante una pantalla no es normal, ni sano, ni razonable, por más que sea mi trabajo, y que alguien tenga que hacerlo. De hecho la postura de sentado es antinatural para nuestro cuerpo, una postura impuesta por el actual modo de vida, pero sumamente perjudicial para la estructura ósea.

Ante mi pregunta sobre una posible operación para subsanar el problema, la respuesta es unánime: Niseteocurra: por lo que se ve el riesgo de acabar como un vegetal es demasiado alto, por lo que me proponen terapias alternativas:

  • Rehabilitación: Aunque no demasiado efectiva, vibración, calor focalizado y masajes pueden, si no reducir el problema, al menos reducir el dolor. En ello ando desde la semana pasada, sin notar mejoría alguna, pero cumpliendo.
  • Natación de espalda Todos hemos escuchado alguna vez acerca de los beneficios de la natación al nivel de poner a tono nuestro cuerpo. En mi caso me han recomendado encarecidamente la natación de espalda, para fortalecer musculatura. En esto estoy jodido, porque debo ser de los pocos españoles que no saben nadar, pero ya ando mirando las posibilidades que tengo en Lugo de apuntarme a un curso. Encontrar tiempo para ello si que va a ser harina de otro costal.
  • Musculación de espalda Realmente la única «medio solución» al problema es desarrollar una musculación abdominal y de espalda de estas de película de Hollywood, donde el prota marca más músculos de los que los humanos de a pie sabemos siquiera que existen. Por lo visto, si consiguiese desarrollar una musculatura «bárbara», tanto en abdomen como espalda, esa misma musculatura actuaría como «faja» aliviando el peso sobre la columna y reduciendo tanto el dolor como la posibilidad de que los discos se me vayan herniando uno tras otro en efecto dominó al irse desgastando de abajo hacia arriba. No sé exactamente qué posibilidades tengo en esto, que las veo muy escasas, pero imagino que algo de gimnasio ayudará, en cuanto vea cómo voy con la natación, será cosa de mirar un gimnasio.
  • Perder peso Si, estoy GORDO, y «me la pela», o al menos me la pelaba desde el punto de vista puramente «estético». Mido 1,90 y peso actualmente la friolera de 131 kilos, 25 de ellos ganados desde que dejé la hostelería y me dedico a la informática. A pesar de tal cantidad de kilos, no me considero todavía «Obeso», al menos no la clase de obesidad relacionada con la enfermedad, ya que siempre he sido de constitución fuerte y gruesa, y la altura compensa un poco el exceso de peso, pero sí sé perfectamente que tengo un sobrepeso importante. Una pérdida (drástica) de peso ayudaría también a mi columna a dejar de desmoronarse, al tener que soportar menos esfuerzo para mantenerme derecho.

Asi que rehabilitación, natación, gimnasio y dieta estricta… no sé de donde voy a sacar los dias de 30 horas necesarios, pero definitivamente, algo tengo que hacer… porque el dolor se ha convertido yá en un compañero incordiante, contínuo e inolvidable; hasta el punto de que llevo casi un més donde el único momento de descanso físico y mental del dolor es cuando consigo dormirme, y empieza a hacerme mella en el carácter, el rendimiento y mi vida en general.

Tras una visita al endocrino de rigor, tras análisis de tiroides y a falta de los análisis de tensión y colesterol, la primera impresión es que debo perder apenas nada… 40 Kg, para quedarme en 90. Alrededor de un 30% de mi cuerpo debe desaparecer consumido por la dieta y la hambruna. A pesar de mis protestas y mi razonamiento de que a los 18, estando en el ejército bajo duro entrenamiento y como un pincel, pesaba ya 90 Kg , el endocrino ha sido inflexible: 90 Kg o acabar en una silla.

Cómo voy a añorar los chuletones, los callos y el pulpo, dios mio… Por lo pronto me he llevado a casa una dieta donde todo va medido en gramos, y ninguna medida supera los dos dígitos… ya os contaré si soy capaz de soportarlo.

¿ Y por qué cuento todo esto, si sé no le importa una mierda a nadie ?

Pues porque siempre he sido, como decía antes, de los de «ya se pasará» y «eso a mi no me pasa que soy más duro que el acero», y aunque sé que nadie escarmenta en cabeza ajena, animo a los que lean esto y tengan una vioda sedentaria y un trabajo «de silla» a levantarse un ratito de la misma cada hora y dar 2 minutos de paseo por la habitación, y a tener algún tipo de actividad física que os evite los problemas y el agudísimo dolor que estoy sufriendo yo.

Aunque sea sólo dar una vuelta por la casa/despacho y pasar la aspiradora/colocar el almacén.

Vuestra calidad de vida y vuestra madre/pareja/jefe os lo agradecerán.

2 comentarios en “Saber vivir

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