Todos hemos visto ya videos a montones en los que un virtuoso de las herramientas de retoque fotográfico eliminaba las imperfecciones de nuestros mitos eróticos para convertirlas en los seres perfectos que pueblan las revistas de belleza.
Lo que no hemos visto mucho todavía es lo que son capaces de hacer estos mismos virtuosos con cualquier ciudadano de a pie, o incluso, cómo convierten a una mujer con evidente sobrepeso en una sílfide cuasi anoréxica.